El mundo de la publicidad y la radio van unidas históricamente. En los años 30 del pasado siglo, surge una nueva forma de entretenimiento e información en los hogares. La radio hace aparición y se convierte en un elemento imprescindible para descubrir esa música que se lleva o lo que ha sucedido en algún lugar lejano.
Curiosamente los primeros en emitir anuncios son precisamente las marcas fabricantes de transistores de radio. Desde entonces, la publicidad auditiva ha formado parte de nuestra vida hasta nuestros días. Después comenzaron a anunciarse fabricantes y empresas que ya tenían experiencia en colocar su publicidad en prensa o en cartelería exterior. Los productos de consumo familiar como pastas de dientes, alimentos o refrescos son los que comienzan a tener cada vez más presencia en un medio que no paraba de crecer.
Poco a poco, las empresas y profesionales de la radio se dieron cuenta que utilizar la música como elemento para captar la atención del oyente era una herramienta muy importante. Así surgieron los jingles: canciones creadas exclusivamente para productos y marcas, con rimas fáciles y melodías pegadizas. El nombre del producto se repite una y otra vez durante el estribillo, consiguiendo que permanezca en la memoria del oyente, sobre todo al escuchar la canción repetidamente durante las emisiones radiofónicas, consiguiendo que al llegar al supermercado reconozcas de manera inmediata el producto y lo compres.
Ya en los 80 y con el auge de la música pop en los medios, se adaptaron temas populares y conocidos para que las empresas anunciasen sus productos con bases musicales famosas y captando así la atención general. De esta manera y sin darnos cuenta, la relación producto-música es algo habitual que ayuda enormemente a reconocer el producto y por supuesto consigue llegar a más gente traduciéndose esto en mayor volumen de ventas.
Pero, ¿Sabías que más allá de la publicidad en radio y televisión, podemos reconocer empresas, productos y servicios gracias a su audio logo?
Quizás no nos paramos a pensarlo conscientemente, pero todos los días escuchamos segundos musicales que asociamos a productos, servicios y empresas. Y es que la creación de audio logos y su utilización en marketing es ya un standard en nuestras vidas. Se diferencia del jingle en que la duración del primero no suele exceder los 5 segundos y suele ser únicamente instrumental. Desde una gran cadena de supermercados, hasta al apagar tu ordenador después de trabajar. Y no pienses que hay que crear hits de tres minutos como los éxitos que suenan en las radio fórmulas para conseguir que nuestro audio logo sea reconocible.
- A Intel o Nokia le han bastado cuatro notas musicales para reconocerse auditivamente… ¡incluso aunque no veas su logo!
- Algo más elaborado es el tono de llamada que Nokia convirtió en su sonido de cabecera para ser reconocida como empresa. Incluso ha sido versioneado incluyendo todo tipo de letras.
- Cuando vamos al cine y vemos una película de la 20th Century Fox, la sintonía que acompaña al logo en pantalla es ya un clásico no solo del cine, sino de la cultura popular y que le debemos al gran compositor Alfred Newman.
Estos son solo algunos ejemplos muy reconocibles de audio logos que escuchamos continuamente en nuestras vidas y que nosotros asociamos a sus marcas automáticamente. Es obvio comprender que la importancia del audio logo es vital para el reconocimiento de tu empresa o producto.
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