Lo-fi electrónico, el hilo musical del S.XXI

Hace ya un siglo de la invención del hilo musical por George Owen Squier.

Su objetivo inicial fue el de entretener a modo de radio pero su concepto cambió cuando se empezó a implementar en los rascacielos de NY y servía para calmar la ansiedad de los usuarios a la hora de coger sus ascensores.

De ahí, el término desvirtuado «música de ascensor». Sus melodías eran instrumentales, de géneros de todo tipo y a un volumen relativamente bajo para no molestar a los oídos.

Aproximadamente 100 años más tarde, nos encontramos en una sociedad digital que ha dejado la tecnología analógica como un objeto de culto y nostalgia.

La cultura millennial esta dejando paso a la centennial pero hace ya algún tiempo que ha ido surgiendo un nuevo microgénero electrónico que tiene unas características muy particulares nacidas de la generación millennial que lo hacen idóneo para los mismos propósitos para los que se invento el hilo musical el siglo pasado: el relax de todo aquel que lo escucha.

Estamos hablando del Lo-fi electrónico y sus subgéneros: lo-fi hip-hop, synthwave (o retrowave) y el vaporwave.

Como subgénero, el lo-fi electrónico aúna géneros contemporáneos como el hip hop o la electrónica más french house pero la música está producida con elementos que hacen referencia al imaginario musical (y visual) de los setenta, ochenta y noventa.

El principal es la calidad baja de grabación de los ritmos o beats (de ahí, el termino lo fi). Hasta el punto de que puede ser grabado con sonido ambiente del tipo que sea (lluvia, olas del mar, ecos de una habitación sin muebles, etc). Se caracteriza por tener una melodía en downtempo y una caja de ritmos echa polvo.

Por otro, la presencia de los efectos típicos como la desafinación producida por un radiocassette sin pilas o el sonido de la aguja de un tocadiscos deslizándose por la suciedad de los surcos del vinilo.

Finalmente, tenemos los samples procedentes de instrumentos de cualquier tipo pero con un denominador común: producidos por un sintetizador analógico, compuestos con una gran sencillez, evocación a los 8 bits y a la estética de «Regreso al futuro», «El coche fantástico» o «Akira», la cultura manga.

En general, estos «mixes» recuerdan también mucho a la banda sonora y estética de películas de culto como «Drive» o Blade Runner y Blade Runner 2046 y a bandas como M83.

Todo ello, le da a la melodía un toque antiguo y vintage muy efectivo para evocar emociones y nostalgia. Y por otro lado, la falta de voces y el efecto hipnótico de la electrónica hacen de el conjunto, la música idónea para realizar actividades que requieran una cierta relajación pero sin llegar a dormirte.

Dentro del lo fi electrónico hay 3 grandes subgéneros con varios subestilos:

  • Lo-fi hip-hop: también llamado chillhop y el más de moda en estos momentos especialmente desde que el Youtuber Jaime Altozano le haya dedicado recientemente un vídeo en el que lo explica con todo lujo de detalle con demostración incluida. Como su propio nombre indica su base rítmica es el hip-hop.
  • Synthwave/Retrowave: Este género está diseñado para emular temas clásicos de los 80 y la estética de las puestas de sol en Miami, ell espacio y la ciencia ficción o los coches rápidos (como el del videojuego de SEGA «Outrun»). Está caracterizado por las cajas de ritmos reverberadas y sintetizadores analógicos. Artistas emblemáticos serían: Tommy ’86, HOME, Emil Rottmayer, entre otros. Estos dos últimos, se especializan en Chillwave, un Synthwave de ritmos más libres, a veces más lentos y melancólicos.
  • Vaporwave: este subgénero fue popularizado por una chica norteamericana llamada Vektroid y su disco Floral Shoppe (2011) en el que combinaba samples de canciones de los 70 y 80. Vaporwave hace referencia a un beat downtempo y troceado con samples de la cultura pop y jingles y melodías melancólicas de los años 70-80 y 90. Pretende evocar un sentido de familiaridad hipnótico. El Drone-vaporwave es un subestilo que confiere una melancolía extrema a las melodías. Un artista ejemplo de ello sería 2814. En el otro extremo, tenemos el subestilo «future funk», cuyo artista más representativo sería Saint Pepsi (Skyler Spece) cuando comenzó a ejecutar una especie de Vaporwave mucho más rápido utilizando samples de música de pop japonés de los años 80 aportándole un ritmo más bailable y para ambientes entre amigos como un bar de copas.

Vaporwave

Como puedes ver, el lo-fi electrónico y sus subgéneros (lo-fi hip-hop, Synthwave, Vaporwave) son una opción muy interesante para el hilo musical de tu negocio.

Sus ritmos y melodías hipnóticas invitan al relax, al bienestar y (a muchas generaciones) también a la nostalgia y melancolía, todas ellas emociones muy útiles al ser evocadas en muchos entornos de contacto con tu marca.

Y es que así se creará el vínculo necesario para ser recordada junto con el valor añadido que esta ofrece.

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