Navegando por la gran red que se llama Internet, uno encuentra curiosidades tan asombrosas como destacadas, dentro del poder que ejerce la música, ya no solo en la mente del ser humano, sino también en los animales. Un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol, ha descubierto que la música clásica es la preferida para las gallinas ponedoras.
Dicho descubrimiento surgió a tenor de las observaciones de uno de los miembros de la Unión de Granjeros Británicos, Charles Bourns, que fruto de la casualidad que comprobó este prodigioso fenómeno, cuando empezó a escuchar música clásica por radio mientras trabajaba en su granja y notó un llamativo salto en las productividad en la puesta de huevos.
Por ello desarrollaron un estudio exhaustivo, en las que fueron expuestas a distintos géneros musicales durante varios meses, música pop-rock (Queen, One Direction,..), música R&B-dance (Lady Gaga, Beyonce,..), y música clásica (Bach, Beethoven, Mozart,…).
Una de las investigadoras, Isabelle Pettersson, concluyó que las gallinas no son sólo capaces de escuchar música, sino también de discriminar entre diferentes géneros, y que aunque les gusta cualquier tipo de música, con temas de Bach, Beethoven o Mozart llegaban a poner hasta un 6% más de huevos en sus nidos. Y que preferían tener música de fondo a estar en silencio, vistos los resultados: las aves entraban al nido un 159% más frecuentemente durante las semanas en las que la música sonaba que durante las semanas que estaba la apagada.
La conclusión clara de este estudio es que la música clásica relaja a las gallinas, que así pueden intensificar la producción de huevos.
Por todo esto el compositor musicalJack Ketch ha trabajado, con el apoyo de la compañía Happy Egg Co, en la creacion del primer álbum musical dirigido a gallinas ponedoras ,con la idea de contribuir a su “felicidad, relajación y productividad”.
Este hallazgo contrasta con el estado natural que uno suele observar en el comportamiento habitual de las gallinas, que dan la impresión general de excitabilidad y nerviosismo, con ese cacareo aparentemente absurdo, constatando el dicho popular de que la música amansa y «Motiva» a las fieras.