En los años 50 del siglo XX, un artista visionario de Granada llamado José Val del Omar, investigaba, creaba y experimentaba con la fotografía y la cinematografía. Fue un auténtico precursor en querer transmitir a la gente experiencias inolvidables en las que todos los sentidos estuvieran involucrados. Creó un sistema de proyección curvo que se asemeja a los cines IMAX de la actualidad, en un intento se hacer que el espectador no sintiera límites visuales en su experiencia.

En un intento pionero de la actual realidad virtual, Val Del Omar comenzó a crear un sistema de proyección que además de imágenes y sonidos incluyera olores. Todo un festival para los sentidos que haría del espectador un protagonista absoluto. Una inmersión sin límites en los mundos oníricos, fantásticos y costumbristas que rodaba en sus películas.

Muy posiblemente y casi sin darnos cuenta, el mundo del marketing sensorial le debe a Val Del Omar tanto como el cine y la realidad virtual actual. Y es que la mezcla de conceptos aparentemente antagónicos o que al menos parecen tener poco a nada que ver entre sí pueden ser de ayuda para por ejemplo, mezclar conceptos musicales para descubrir la composición de un perfume.

Los famosos laboratorios Puig de Barcelona realizaron un análisis comparativo entre olor y música. De la misma manera que un músico, el perfumista compone una historia alrededor de un tema. Como en la música, la composición de un perfume empieza notas, es decir, las materias primas. La combinación de estas notas crean acordes, en perfumería las llamadas facetas. La asociación ordenada y armoniosa de estos acordes (familia) crea una obra, en este caso el perfume.

Podríamos comparar la familia con el tempo y que en música define el género de la composición: los tres tiempos del vals o los cuatro tiempos del rock. Esta sería la característica principal que define el tipo de perfume.

Imagina entrar en un comercio y que la música y el olor predominante tuviesen sentido. Imagina ver una película en el cine y que la visión, el olfato y el oído formasen parte de la experiencia.

Y es que el marketing sensorial es un campo con muchísimas posibilidades que debemos explorar para conseguir un mundo de beneficios para empresas y consumidores.

Sigamos la estela del granadino visionario Val Del Omar. Si no existía lo que su mente creaba para ofrecerle al espectador lo mejor de sí, investigaba, mezclaba, creaba y fabricaba artilugios imposibles para poder hacerlo realidad.

En Motiva somos expertos en marketing sensorial auditivo. Analizamos cada espacio para que la experiencia sea la más adecuada. Nuestros expertos trabajan con ilusión y ganas de sorprender en sus laboratorios tecnológicos que hoy día sorprenderían al propio Val Del Omar: todo un símbolo inspirador para nosotros.

Para finalizar, os proponemos nuestra receta para conseguir un ambiente perfecto en una perfumería. ¡Toma nota!

• Unas gotas de soul y jazz cantado en femenino.
• Una pizca de Smooth Jazz para conseguir un ambiente distinguido y moderno.
• Unos gramos de Soft-Pop actual.

Lo mezclamos todo con nuestra pasión por la música y por conseguir que tu ambiente sonoro sea ideal.