Cuando comienza un nuevo año, todos queremos entrar en el nuevo con buen pie. Hacemos balance de lo bueno y malo (como decía Mecano en su popular canción Un año más, de su disco Descanso dominical) y nos enfrentamos a los retos y las cosas que deseamos conseguir. Es el momento en el que nos replanteamos diversas aspectos de nuestras vidas: ver más a aquel amigo, dejar de fumar o quitarnos esos quilos de más que hemos engordado en Navidad (o incluso antes).
El desear conseguir los restos autoimpuestos, colaboran a acrecentar la llamada cuesta de Enero, que suele alargarse más de lo que nos gustaría después de tantos gastos y mantecados en el cuerpo. Uno de los restos más comunes es precisamente el de adelgazar. Los diversos gimnasios ven en estos días incrementadas las solicitudes de matrícula. Dicen los expertos en cifras y análisis de estadísticas, que son muchos los que comienzan con ilusión esta experiencia y pocos los que realmente consiguen resultados, abandonando como consecuencia la actividad física.
Acabar con esos quilos de más, tanto si haces ejercicio por tu cuenta o con la ayuda de un profesional, es un esfuerzo extra en nuestra vida, especialmente si no hemos realizado ejercicio antes. Requiere constancia e implementar de manera adecuada una nueva rutina en nuestra vida diaria. Pero no estamos solos. ¡La música, es nuestra gran aliada para conseguir nuestros objetivos!
Oyendo música que nos gusta se reduce la sensación de esfuerzo durante la práctica deportiva, tanto en entrenamiento como en competición. Además, cuando disfrutamos con la música, aumenta la sensación de concentración. Según un estudio de la Universidad de Keele, los efectos positivos de escuchar música se comprobaron en corredores, jugadores de fútbol y baloncesto.
Si vamos a ir a correr en el parque y llevamos música alegre, música que de acuerdo a nuestros gustos, nos inspire, nuestro desempeño en la carrera será mucho mejor que si no involucramos a nuestro sentido del oído en la carrera. El ritmo que nos proporciona la música y el gusto que mostramos por ella, hará que nuestro paso físico se ejecute con ritmo y consistencia, y nuestra mente se mantenga inspirada con la música.
También en clases de aerobic o de spinning se ha comprobado que las personas tienen un mejor desempeño atlético cuando la clase se acompaña con ritmos alegres, con un tempo más rápido y con instrumentos dulces o rockeros.
En Motiva conocemos los beneficios de la música en este y otros campos. ¿Quieres comenzar el año con buen ritmo en tu negocio? Conecta con Motiva.