Si entramos en cualquier gimnasio o centro deportivo no nos sorprende escuchar música ya sea para animar los entrenamientos de sala o para marcar el ritmo de las clases de «spinning» o las coreografías de los bailes de Zumba.
Y es que la relación entre música y deporte es ya un clásico. Escuchar una música adecuada durante la realización de ejercicio eleva el ánimo e incluso aumenta la capacidad de resistencia hasta en un 15%. ¡Incluso es capaz de hacer que los entrenamientos sean más largos y eficaces de lo que serían sin ella!
Pero esto no es todo:
- La música genera y transmite estados de ánimo, influye en los procesos intelectuales, de predisposición y en el movimiento.
- Mejora el estado de ánimo y la respuesta emocional.
- Ayuda a disminuir la sensación de cansancio, ya que al escuchar música se cambia el foco de atención alejándolo de la sensación de fatiga y dolor. Produciéndose una reducción del 10% en el esfuerzo percibido.
- Agudiza los aspectos positivos del estado de ánimo, como el vigor y la felicidad, mientras que los aspectos negativos, tales como la tensión, la depresión y la ira se mitigan.
- La música incide en la regulación de la excitación para fomentar una mentalidad óptima.
Por todos estos motivos, la música no solo se utiliza en el deporte como mero elemento de fondo o acompañante al ejercicio físico, sino que se han creado disciplinas deportivas, que directamente sin música no podrían realizarse.
Para los que tenemos una edad entre los 35 y los 50 años, recordamos probablemente poner la televisión a mediados de la década de 1980 y encontrarnos con los famosos programas de «aeróbic».
Esta es una de las primeras disciplinas deportivas para realizar ejercicio siguiendo el ritmo de la música que se comenzó a practicar a principios de los 70 y durante dos décadas conoció un auge sin precedentes en la forma en la que se concebía la realización de ejercicios gimnásticos llegando a producirse programas de televisión o distribución de vídeos de todo tipo.
En el «spinning», donde el ejercicio aeróbico se realiza fundamentalmente a través de las piernas en una bicicleta, la música también es fundamental para marcar el ritmo y la intensidad del ejercicio.
Pero si hay un ejercicio que tiene éxito en gimnasios y centros deportivos hoy día tenemos entonces que hablar de Zumba. Esta disciplina del «fitness», creada en los 90 por el colombiano Beto Pérez, utiliza los ritmos latinos como el merengue, la salsa o el más actual «reggaetón» con el fin de mantener el cuerpo en forma y desarrollar la flexibilidad.
En Motiva conocemos los beneficios que la música transmite a nuestras mentes y cuerpos mientras realizamos ejercicios. Son ya varios los gimnasios y centros deportivos que confían en nosotros para animar sus salas o para conseguir un ambiente relajado en entornos como por ejemplo un «spa».
Creamos ambientes destinados a la realización de ejercicio sea cual sea su intensidad, colaborando a mejorar la experiencia en estos centros. Además, disponemos de canales temáticos destinados al «fitness» o la relajación y podemos crear tu canal totalmente personalizado. En él, podrás elegir no solo el estilo musical a incluir sino también la intensidad y ritmo que necesitas en determinadas horas del día… ¡incluso en diversas zonas de tu centro deportivo!
En Motiva somos música. Y la música eres tú.