Nos encontramos en plena Semana Santa. Estos días, celebramos la vida y pasión de Cristo y nuestras calles se llenan de actos en honor a la historia del Nazareno que inspiró una forma de vida y una de las religiones con más devotos del planeta.
Especialmente en Andalucía, la Semana Santa se vive de una forma muy especial: las llamadas procesiones, forman ya parte de la cultura popular española y son conocidas a nivel mundial. Estas representaciones de la vida de Jesús de Nazaret en las calles, atraen desde siempre a turistas, curiosos y devotos a partes iguales. Estas representaciones se realizan a través de pasos y tronos que son portados por costaleros, y que a través de esculturas, muchas de ellas obras de arte de siglos de antigüedad, forman estampas andantes de la vida, muerte y resurrección de Jesus.
Y como no podía ser de otra manera, la música está ligada a estas procesiones, dotándolas de ritmo, emoción y marcando el paso de los costaleros, que en ocasiones hacen “bailar” a los pasos.
Si hay un sonido característico de la Semana Santa, muy posiblemente sea el de los tambores. Estos instrumentos de percusión forman parte de las bandas que acompañan durante todo el trayecto a las procesiones y dotan de ritmo su caminar. Hay tradiciones en estas fechas en España que tienen como protagonistas al tambor. Estos son algunos de los ejemplos más conocidos y que pertenecen todos a poblaciones de Albacete. Además constituyen un atractivo turístico muy importante para las localidades donde se celebran las llamadas tamboradas: grandes concentraciones de tamborileros que hacen sonar sus tambores a la vez durante un determinado espacio de tiempo.
Tamborada de Caudete (Albacete): tiene lugar la noche del Martes Santo y congrega a muchas personas. Es posiblemente la tamborada más joven de España, ya que se organiza desde 2004.
Tamboradas de Hellín (Albacete): una de las más numerosas. Llegando a reunir a más de 25000 tamborileros. El momento álgido de esta tamborada tiene lugar durante las primeras horas del Viernes Santo, donde tras haber pasado toda la noche tocando, se realiza una procesión subiendo al Calvario.
Tobarra (Albacete): la tamborada que más tiempo dura de toda España. Más de 100 horas ininterrumpidas tocando los tambores, desde las 16 horas del Miércoles Santo hasta las 12 de la noche del Domingo de Resurrección.
Pero ¿De dónde procede esta tradición que une las festividades de Semana Santa con el tambor?
Todo sucedió en la primavera de 1127 cuando los pocos cristianos que se encontraban en Calanda (Teruel) estaban celebrando los actos de la Semana Santa, ignorando que una razzia árabe se aproximaba a la población. Un pastor que cuidaba del rebaño, en las montañas próximas al pueblo, al ver los caballos a lo lejos acercarse, empezó a golpear un rústico pandero avisando así del peligro. Esta señal fue oída por otro pastor que a su vez hizo lo mismo, hasta llegar el mensaje a los vecinos que enseguida buscaron refugio seguro. La frustrada invasión hizo que los árabes regresaran a su lugar de origen sin obtener botín alguno. Desde entonces los pastores se reunían todos los años el Viernes Santo para recordar el suceso, golpeando pieles curtidas de corderos y cabras, pero en 1550 fray Pedro Merlo, religioso de la Orden de Calatrava prohibió la celebración por no encontrarla propia de la conmemoración religiosa. No se volvieron a tocar los tambores hasta 1640 al día siguiente del Milagro, el 30 de marzo, cuando toda la población marchó jubilosa en procesión hasta llegar a la ermita del Humilladero donde se encontraba una imagen de la Virgen del Pilar. En esa fecha Calanda estaba ocupada por soldados que intervenían en la Guerra de Sucesión, por lo que no es de extrañar el acompañamiento de la guarnición en este cortejo. Todo esto fue adquiriendo cada vez más importancia hasta llegar a convertirse la actividad de tocar el tambor en Semana Santa en una costumbre.
