En muchos hogares compartimos espacio con algún animal: perros, gatos, pájaros, serpientes, cerdos vietnamitas, hurones y hasta hormigas… Y también es muy habitual escuchar música en casa, bien en la radio o reproduciendo algún disco que nos guste. Pero, ¿te has parado a pensar cómo afecta esa música a tu mascota?
Los efectos que produce la música en los humanos son muy parecidos a los de los animales. Algo que lleva estudiándose tiempo y que arroja resultados sorprendentes. El caso de los encantadores de serpientes ya se ha demostrado que realmente no está nada fundamentado en el efecto de sonido que emite el «Pungi» sino más bien en su movimiento lento de lado a lado el cual llama la atención del reptil y le incita a moverse al unísono hasta parecer hipnotizada.
La zoomusicología es la ciencia que estudia la música de los animales y cómo estos seres responden a los sonidos y qué efectos les generan. Esta ha demostrado por ejemplo a través de un grupo de investigadores de la Universidad de Leicester que con música de ritmo lento, las vacas pueden llegar a producir un 3% más de leche. O mediante una investigación llevada a cabo en Japón , que los peces dorados son capaces de distinguir entre Bach y Stravinsky. Mediático fue el caso de Snowball, la cacatúa que bailaba al son de The Backstreet Boys sorprendiendo a científicos de las Universidades de Tufts y Harvard.
Volviendo al mundo mascotas, la música puede ser una experiencia relajante para ella… pero también puede provocarle estrés y malestar. Como en nosotros, todo depende del tipo de música.
Aunque en realidad no tiene que ver con el gusto musical, sino con los estímulos que le provocan. Nuestras mascotas se sentirán bien con música relajada y suave, pero los sonidos estridentes o incluso demasiado fuertes provocan malestar en los perros provocando ladridos incontrolados.
De hecho, la música ya se utiliza con éxito para mejorar el estado de animales recién operados, provocando una recuperación más temprana.
Cuando hace unos años me hice cargo de un cachorro con escasos meses de vida, comenzó para mí un viaje emocionante. Nunca había tenido un perro, ya que desde pequeño he compartido hogar con gatos, animales a los que entendía mucho más por la experiencia. Pero cuidar a un perro pequeño es una tarea que lleva más tiempo y paciencia.
El momento más difícil fue darme cuenta que el perro ladraba y lloraba durante horas (podía estar ladrando más de cuatro horas seguidas) en mi ausencia. Un vecino me dio el aviso. Puse una cámara de vigilancia y desde mi trabajo pudo comprobar como mi perro ladraba sin parar, mirando hacia la puerta de la casa. Esta situación me provocó un problema, por un lado con mis vecinos, pero por el otro también me creó un desconsuelo importante al saber a mi perro desesperado e intranquilo durante las horas que pasaba solo en mi ausencia.
Ello me llevó a leer mucho y buscar información para intentar solucionar esta situación… y encontré la solución en la música. Me hice con una radio que se conectaba por wifi a internet y reproducía emisoras musicales. Probé a dejar la radio puesta con una emisora de música clásica, pero no obtuve mucho éxito. Me perro seguía ladrando desconsolado. Y es que las subidas y bajas repentinas de volumen y demás variaciones de la música clásica, no conseguían relajar a mi mascota.
Un día descubrí una emisora que emitía música suave de piano las 24 horas… y fue la solución. Desde fuera de casa observaba la situación que registraba la cámara y pude comprobar como mi perro se acercaba a la radio y se tumbaba cerca de ella. ¡Dormía a su lado plácidamente en vez de ladrar! Lo había conseguido. La música de piano, suave y sin estridencias había conseguido calmar a mi perro, aportándole tranquilidad en mi ausencia. Sí, mis vecinos también me felicitaron.
Como puedes comprobar, la música puede ser una gran aliada en situaciones que nunca hubiéramos imaginado.
Imagina lo útil que puede llegar a ser esta experiencia personal, aplicada por ejemplo a una clínica veterinaria donde varios animales deben compartir espacio en la sala de espera, con el estrés que les supone acudir a estos centros. O una tienda de animales donde la entrada de nuestras mascotas está permitida.
La música es una aliada para la vida en general y por eso es nuestra pasión. Contacta con nosotros si crees que podemos ayudarte a ambientar tu espacio.