Aunque puede parecer algo de ciencia ficción y totalmente increíble, la música influye en la elección y sabor de los alimentos. Al menos llegamos a esta conclusión tras una la realización de una serie de estudios en diferentes países.
Tus alimentos te pueden gustar o no según la música de fondo que estés escuchando. Por ejemplo, el jazz provoca mayor gusto por los alimentos dulces y aumenta cuando la melodía es interpretada por un solista, pero esto no sucede con alimentos condimentados. Charles Spencer, profesor de psicología experimental de la Universidad de Oxford, dice que esta relación de la música y la preferencia de los alimentos es debido a que el cerebro se engaña al recibir ciertos impulsos eléctricos que hacen percibir un sabor más salado, dulce o amargo de lo que realmente es.
Un alimento puede parecer hasta un 10% más dulce cuando el sonido que se escucha es agudo y bajo. Mientras que con los graves y altos se percibe más lo salado, amargo o condimentado. Esta evidencia podría ser lo suficientemente fuerte para impactar de manera positiva en la salud.
Esta relación entre la música y la percepción de los sabores también se explica porque podría existir un grado de sinestesia. La sinestesia es considerada una habilidad poco común con la que las personas experimentan sensaciones a partir de determinados estímulos externos. En este caso podría ser la comida a partir de la música.
Las melodías también evocan recuerdos. James Petrie, chef del restaurante británico Fat Duck, observa que cuando sirve a sus comensales un plato exclusivo del mar y lo acompañan con un reproductor de mp3, para que escuchen música con sonidos del mar, los comensales afirman que el sabor de la comida es más fresca. Incluso algunos caen en llanto por los recuerdos que les evoca esta combinación de sabor y sonido.
Esta asociación de música y alimentación ya se lleva a cabo en algunos hospitales, cuando se trata de alimentar oralmente a niños prematuros. Según los expertos, la música calma a niños y padres, estabiliza el estado del recién nacido, aumenta la saturación de oxígeno, acelera el aumento de peso y acorta la estancia hospitalaria.
Son tantos los campos de investigación y práctica que la música posee, que cada vez son más los estudios y pruebas que se realizan para comprobar determinados efectos. En Motiva conocemos la importancia de la música y la utilizamos para conseguir diversos fines: aumentar la estancia en el establecimiento o predisponer a la compra.