La música en los restaurantes ha sido y es objeto de estudio constante por parte de los expertos en marketing sensorial. Está comprobado que una música adecuada y a un volumen adecuado, fomenta la relajación de cuerpo y mente para degustar e influye en la percepción de los clientes sobre la calidad del producto y servicio del establecimiento.
Por el contrario, una música a gran volumen aumenta la rotación de mesas, se supone que como consecuencia de la incomodidad que provoca en los comensales la cual hace que pidan la cuenta antes.
El caso de Ryūichi Sakamoto es un ejemplo de cómo una mala ambientación musical puede destrozar tu restaurante favorito. Sakamoto es músico, compositor, productor, cantante y pianista reputado ganador de un Óscar y un Grammy por la banda sonora de la película «El Último Emperador» y compositor de la música de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, entre otros logros.
Sakamoto vivía en Nueva York y frecuentaba Kajitsu, su restaurante japonés favorito en la calle 39 cerca de la Avenida Lexington. Todo en él le satisfacía excepto un detalle de la ambientación: la música. Y la odiaba, resultaba insoportable para él. No era un problema de que fuera de un estilo brasileño ya que había trabajado con muchos brasileños y adoraba su intuición musical. Tampoco era un problema de volumen ni de ruido puesto que permitía la conversación entre los comensales. Más bien era una desconexión absoluta entre el espacio y sonido y ello le desesperaba.
Restaurante Kajitsu, en Nueva York
Así que Sakamoto decidió proponer al dueño de Kajitsu hacerle el hilo musical con sus propias composiciones y sin cobrarle nada. Solo para poder continuar siendo cliente de ese establecimiento que tanto le gustaba.
Así pues, se puso a realizar una playlist que pusiera el hilo musical a la misma altura que la comida, servicio y entorno.
Y es que resulta curioso que a pocos les resulte raro que se contrate a un diseñador de interiores para llevar a cabo la decoración de un restaurante (o cualquier local comercial) y en cambio, nadie se preocupe por la música que debe sonar en ellos.
En Grupo Motiva, sabemos que la ambientación musical es parte fundamental de la experiencia del cliente en el contacto con tu marca en tus establecimientos y somos expertos en diseñar la radiofórmula ideal para influir de forma correcta en la decisión de compra de tus clientes. Una música que te distinga de tus competidores. Una música que te haga único. Porque una música adecuada da caché a tu restaurante.
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